8 de mayo de 2009

LA GENEALOGIA Y LA MEDICINA, la Genealogia, la Medicina y los Borlaf

La Genealogía y la Medicina.


Si la genealogía resulta imprescindible para la historia, no es menos importante para la medicina. Las enfermedades y taras hereditarias pueden estudiarse y, por tanto, tratarse gracias al conocimiento exacto de las familias en las que se presentan. Es ya tópico citar el ejemplo de la hemofilia, mal que transmiten las mujeres aunque no lo sufran, cuyas leyes de transmisión pudieron detectarse a principios del siglo XX por haberse presentado diversos casos bien notables en la descendencia de la reina Victoria I de la Gran Bretaña, extendiéndose a las Casas Reales de España y Rusia, entre otras familias. A lo largo de la centuria, las investigaciones biológicas han avanzado portentosamente en el campo de la genética, en el que en estos momentos asistimos a una auténtica revolución científica en cuanto a la identificación de los genes causantes del cáncer. Para no cansar al lector, hablaremos finalmente de un ejemplo que los servicios de la genealogía pueden reportar a la medicina y a la biología. Los avances obtenidos recientemente por los investigadores del ADN mitocondrial han permitido identificar los restos mortales de la familia del emperador Nicolás II de Rusia y de los colaboradores con ella asesinados.