24 de abril de 2012

EL ESCUDO DE LOS BORLAF


Como ya se ha indicado anteriormente los apellidos BORLAF, BORLAFF y BORLAZ son todo uno.

Vicente de Cadenas y Vicent, cronista y Decano Rey de Armas, publicó el “Repertorio de Blasones de la Comunidad Hispánica”. Este libro, que hoy en día, sigue siendo el referente de la heráldica Española, recoge en su página 358 las características del escudo heráldico, escudo de armas o blasón español del apellido Borlaz.

Su escueta descripción es la siguiente:

Borlaz.— En plata, un árbol, de lis también en oro.

Y claro, dicho esto, para comprender su significado hay que echar mano de la Simbología heráldica, la cual nos indica que:

El Árbol es símbolo de antigua y esclarecida nobleza. Si aparece arrancado o enraizado significa que el que lo blasona pertenece a un linaje tan antiguo y noble que a lo largo de incontables generaciones, ha logrado sobrevivir gracias a su propio esfuerzo y sin necesidad de depender de ninguna ayuda externa. También representa el vínculo entre el cielo y la tierra.

Si apareciera un pájaro posado en una rama del árbol, significa que el ave actúa como un ángel guardián del linaje representado en el árbol, de modo que tal linaje debe su fuerza a gozar del favor real.

Si apareciera un lobo pasante delante del tronco simboliza la fortaleza del linaje que no teme a los muchos enemigos que merodean a su alrededor.

Si el animal fuera un lobo, león, perro o ciervo y apareciera empinado al tronco, simboliza el poderío del linaje, pues ha logrado vencer y amansar a sus enemigos que, dominados, se inclinan así ante sus favores.

El Lis (árbol o flor) simboliza ánimo generoso que, por agravios recibidos, devuelve repetidamente sus beneficios. El origen de la flor de lis se atribuye a los soldados de Clodoveo, quienes después de la batalla de Tolviac, se coronaron con lirios (Flor de Lis) en señal de victoria.

La Plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. Las características heráldicas que le corresponden son: Pureza, Integridad, Obediencia, Firmeza, Vigilancia, Elocuencia y Vencimiento. Y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. En las armerías de los soberanos se le llama “luna”, en las de los títulos, perla y en los de las restantes nobles, plata. En su relación con los astros la plata es la Luna; de los doce signos del Zodiaco, Cáncer; de los elementos, el Agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena y de las aves, el armiño.

El Oro simboliza el topacio. Las características heráldicas que le corresponden son: Nobleza, Magnanimidad, Riqueza, Poder, Luz, Constancia y Sabiduría. Por las Leyes de la heráldica, cuantos lleven este metal en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, peleando por ellos hasta su última gota de sangre. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc., "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el Fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés; de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín.






















13 de abril de 2012

LA INTRODUCCION DE "EL ORIGEN DE LOS BORLAZ"


Son muchos los pueblos que, a lo largo de la historia, han pasado por la Península Ibérica.

Casi todos esos pueblos han tenido asentamientos que han dejado huellas de su civilización y cultura, más o menos significativos en el actual territorio de la provincia de Guadalajara.

Su situación estratégica, entre las cuencas de los ríos Tajo y Ebro, entre las dos mesetas, entre los Sistemas Central e Ibérico, hizo de este territorio el epicentro de la Península y territorio de paso.

Se tiene constancia del hombre prehistórico, por ejemplo, en la Cueva de los Casares (en Riba de Saelíces) que tiene una antigüedad en torno a los 20.000 años y que tiene casi doscientos grabados rupestres anteriores a los de las Cuevas de Altamira.

Posterior y sucesivamente Arevacos, Lusones y Celtíberos se asentaron al Norte de Guadalajara.
Carpetanos y Oretanos se instalaron en las riberas de los ríos Jarama, Henares y Tajuña.
En Trillo quedan restos de la Calzada Romana que unía Caesar Augusta (Zaragoza) y Emérita Augusta (Mérida).
El Yacimiento de Recopolis (Zorita de los Canes) es muestra del paso de los Visigodos.
Wad-al-Hayara (Rio de Piedras) es el nombre que los árabes dieron al actual territorio de Guadalajara donde además quedan vestigios arquitectónicos como la Alcazaba de Molina de Aragón.

Tras la reconquista, a finales del siglo XI, pasó a depender de la Corona de Castilla.
Salvo en las pocas poblaciones donde había habitantes de comunidades asentadas de siglos anteriores, durante los siglos XII y XIII, fue repoblada, en muchos y pequeños núcleos, por castellanos de montaña.

En estos siglos, merced a la fuerza de los comunes de Villa y Tierra, como los de Cogolludo, Ayllón (hoy Segovia) o Beleña, mejoraron las condiciones de vida de sus pobladores y fueron impulsados el arte y la cultura.
Durante los siglos XV y XVI bajo el poder de la gran familia de los Mendoza llegó el máximo esplendor poblacional y socio-cultural.

A partir del siglo XVIII al igual que el resto de España, Guadalajara decae y la población queda diezmada, al igual que sucede con el patrimonio cultural y artístico, debido a las sucesivas guerras que se suceden hasta el siglo XX

La provincia de Guadalajara tiene, por su belleza y armonía en sus arquitecturas, “Conjuntos Históricos” en diversas localidades como Atienza o Sigüenza.

También merece destacarse que a más de 1000 metros de altitud, distantes de la capital entre 50 y 100 kilómetros, en el Noroeste de la provincia, al Sur del Sistema Central, a los pies del emblemático Ocejón y entre una amplia red de ríos y arroyos que tienen al Jarama como principal curso fluvial, se encuentran una serie de pequeñas poblaciones que tiempo atrás pertenecieron al Señorío de los Mendoza y cuyas edificaciones, realizadas en pizarra, constituyen la hoy denominada Arquitectura Negra.

Estas localidades han visto mermada notablemente su población a lo largo de siglo XX.

En ese entono, con las penurias propias de la Guerra Civil, de la postguerra e incluso algunas mas que ahora no viene al caso y con BORLAF como segundo y “curioso” apellido tres hermanas, nacidas en Tamajón, sabían que su madre, sus tías, su tío y su abuelo nacieron en Colmenar de la Sierra.

Especialmente la pequeña de ellas (mi madre) no pasaba de algún difuso comentario, pero sin documentación ni certeza, de que habían escuchado que el apellido BORLAF podía proceder de Centro Europa.

Poco mas sabían y al fallecer sin descendencia su primo Pedro, único que llevaba el apellido BORLAF en primer lugar, estaban convencidas de que el apellido desaparecería con ellas.

No tenían más primos, no había más BORLAF.

Con todo lo que antecede, mi ilimitada voluntad, mi limitada capacidad y sin más pretensión que el saber, un día decidí buscar EL ORIGEN DE LOS BORLAF.

El contenido de este libro es el resultado, que en forma de pequeños capítulos independientes revela que el apellido BORLAF… continuará.

2 de abril de 2012

EL PROLOGO DE "EL ORIGEN DE LOS BORLAF"


Cuando yo conozco a Pablo, este proyecto ya lleva un tiempo en marcha. Tenía ya bastante documentación y algunos viajes de investigación a sus espaldas, enseguida me contagió su entusiasmo por conocer “El Origen de los Borlaf” y todo lo referente al modo de vida de cualquiera de nuestros antepasados.

Habitualmente los escritores dedican todo su tiempo a esta actividad para poder recopilar todo el material necesario, pero nuestro autor lo hace solamente en su tiempo libre con todo lo que ella implica pues para consultar archivos civiles, históricos o diocesanos muchas veces nos limitamos a días concretos de la semana y a horarios muy reducidos. Además de los archivos este libro está documentado en muchos pequeños pueblecitos en los que muchas veces el contacto con la gente mayor aporta también muchos datos.

Nace este libro desde la inquietud y la curiosidad de saber de dónde viene este apellido aparentemente tan poco castellano como es Borlaf apellido que lleva su abuela materna y por consiguiente su madre y sus tías y del que ellas no solo no supieron darle muchas pistas sino que pensaban que se estaba extinguiendo. Pero Pablo tirando tirando del hilo o de varios hilitos consiguió ir formando una madeja, una madeja que nos lleva hasta 1700 que es el techo documental que tenemos más o menos con ciertas lagunas porque debido a guerras o faltas de cuidado hay muchos archivos que no existen o que se encuentran en muy mal estado.

Aquí no solo leeremos y aprenderemos cosas referentes a los Borlaf sino que nos servirá a todos los lectores para descubrir muchas cosas sobre las actividades y el tipo de vida que llevaban nuestros antepasados llámense como se llamen. Conoceremos avances y retrocesos de poblaciones así como cambios y movimientos de pertenencia a una u otra provincia dependiendo de la época, traspasaremos nuestras fronteras para descubrir que los Borlaf no sólo se encontraban y encuentran en España sino en Europa y más allá donde algunos se fueron para “Hacer las Américas” y hoy quedan sus descendientes.

Espero que la lectura guste y enganche a todos y especialmente a los Borlaf. Fue una grata sorpresa que Pablo me pidiera escribir este prologo. Emprendí esta tarea con gran ilusión la misma que me consta que ha puesto el para escribir este libro y por ello quiero darle las gracias y rendir un homenaje a tanto trabajo y perseverancia. Desde aquí todo mi amor y admiración.

Carmen Miramón