9 de septiembre de 2012

LA PROLE DE LOS BORLAF


 
LA PROLE DE LOS BORLAF

La demografía es una disciplina cada vez mas utilizada para poder realizar todo tipo de planificaciones con los datos que arroja.

En España, desde principios del siglo XIX, se extendió la práctica de los padrones periódicos aunque no fue hasta un siglo después cuando la demografía, ya tenía una base documental sólida, no se constituyó como ciencia.

Fue a partir de ese momento cuando se empezaron a analizar los movimientos de la población y hoy tiene un rigor en todo lo relativo a la nupcialidad, natalidad y mortalidad.

Se nutre por tanto de estudios estadísticos, históricos, sociológicos o biológicos dependiendo de la información que se pretende en cada caso.

La población en España hoy es fundamentalmente urbana y se concentra principalmente en zonas periféricas mientras que en el interior solo Madrid Zaragoza y Valladolid son núcleos importantes.

Por su parte las áreas rurales del interior están semidespobladas y envejecidas. El fuerte retroceso de la natalidad ha provocado el estancamiento de la población.

En ese área rural, algo más poblada a principios del siglo XIX, se ha podido hacer un estudio de la descendencia de los Borlaf.

Tomada una muestra de 104 Borlaf, se puede afirmar que tienen una media próxima a los 4 hijos. Aunque habría que tener en cuenta algunos factores que relativizan bastante esa afirmación.

Los datos existentes hasta finales del siglo XIX no son necesariamente completos ya que en primer lugar el registro civil se creó en 1870 mientras que por otro lado no todos los archivos eclesiásticos han podido llegar hasta nuestros días íntegros ni en perfectas condiciones y en segundo lugar hasta finales del citado siglo XIX la mortalidad infantil era muy elevada.

Por ello habría que diferenciar los datos poniendo la separación en torno a ese año 1900.

Así se puede afirmar que la natalidad que tenían hasta finales del siglo XIX era de 5 hijos cantidad que se vio notablemente reducida en la primera mitad del siglo XX siendo inferior a los 3 hijos.

Esa evolución también se vio reflejada en el máximo de hijos que tenían ya que por ejemplo en la primera mitad del siglo XX solamente hay dos casos con 6 hijos y otros tantos con 7 hijos mientras que, aunque con una muestra menor en el siglo XIX, hay seis casos con 5 hijos, otro con 6, dos con 7, otros tantos con 9, uno con 10 y dos con 12.

Con las dificultades económicas de la época estas cifras, notablemente mayores, solo pueden ser explicadas debido a la citada alta mortalidad infantil.

Esa mortalidad infantil se veía notablemente incrementada en los casos de partos múltiples (varios casos de mellizos y algún caso de trillizos) en los que los niños solían morir a los pocos días al igual que la madre.

La profesión de la madre, que solía figurar en las primeras partidas de nacimiento del Registro Civil (finales del siglo XIX y principios del XX), era la de “las propias de su sexo”. La citada mortalidad de las madres así como la profesión (nunca mejor dicho que “ama de casa”) es el motivo por el que también eran frecuentes las segundas nupcias.