13 de mayo de 2009

COMO HACER UN ARBOL GENEALOGICO, como hacer el árbol Genealogico de los Borlaf

Como hacer un árbol genealógico

Para hacer la genealogía de un linaje cualquiera, que normalmente es factible, hasta la 11.ª generación, es preciso seguir un método racional ya que sus miembros pasan de un millar, por eso creemos conveniente dar una idea que nos ponga en condiciones de llegar a una tabla genealógica que se ajuste al fin deseado.


Tabla ascendientes

La tabla ascendente o de ascendientes, es aquella que sube por los padres y abuelos de un individuo, en ella debían figurar -si fuera posible- todos sus ascendientes.

Estas tablas ascendentes, comprenden numerosos linajes, que se nos muestran por sus apellidos, ya que cada uno, de nuestros ascendientes femeninos (madre, abuela, bisabuela, etc.) aportaron el suyo. De aquí que si seguimos en ella una línea recta, o una línea en zigzag, podemos encontrarnos cosas sorprendentes: descender de santos, o de reyes, de artistas, o guerreros, de nobles, o plebeyos, tener entre nuestros ascendientes, extranjeros o personas de otras razas, y esto es posible porque nuestros abuelos llegan a cifras infinitas, al duplicar su número en cada generación.

Derivada de esta tabla ascendente, o por mejor decir, partes de ella es la tabla de linaje, que se desarrolla exclusivamente por línea de varón; la tabla de primogenitura, que enlaza genealógicamente los primogénitos varones de cada generación; la tabla o árbol de costados, comprende todos nuestros progenitores, que arrancando del padre y de la madre, se aleja en progresión geométrica por generaciones, pasando de los cuatro abuelos, a ocho bisabuelos, a dieciséis terceros abuelos, etc. La tabla de parentescos, en la que figuran no sólo los progenitores, sino también los hermanos y hermanas de ellos, que por tener todos la misma sangre y llevar igual apellido, se la conoce también con el nombre de tabla de consanguinidad.


Importancia de la tabla ascendente

La más importante de todas las tablas genealógicas, es la tabla ascendente, por que en ella, teóricamente, deben de aparecer todos nuestros antepasados, varones y hembras.

Parte esta tabla, como sabemos, de un individuo, le siguen sus dos padres, después sus cuatro abuelos, sus ocho bisabuelos, sus dieciséis tatarabuelos, y así sucesivamente, doblando en cada generación el número de los ascendientes de la generación precedente.

La ley que gobierna el número de ascendientes de cada generación es la de la progresión geométrica, que dice: que el número de ascendientes de una generación determinada se compone de tantos abuelos como el número que resulta de la potencia de 2, cuyo exponente es el número que dicha generación ocupa en el linaje, disminuido en una unidad.

Así:
3ª generación: 4 abuelos
4ª generación: 8 abuelos
5ª generación: 16 abuelos
... ... ... ...
12ª generación: 2.048 abuelos
13ª generación: 4.096 abuelos
14ª generación: 8.192 abuelos

Una persona nacida en el año de 1960, tendría hasta su 15.ª generación inclusive, que correspondería al año 1500, la cifra total de 32.767 antepasados, y en el año 871 en que viviría la 32.ª generación, el número de abuelos que compondría ésta sería de 2.147.483.648 y por tanto el total de individuos que compondrían su árbol genealógico alcanzaría la cifra de 4.294.967.296, o sea que tendría más antepasados que seres viven hoy en la tierra.



Esta fórmula, nos da el número exacto de los antepasados directos que debíamos tener, pero en cualquier tabla genealógica ascendente, se observa como ciertos antepasados aparecen varias veces, reduciendo, por tanto, el número de ellos. Esta repetición de los antepasados, que por fuerza hubo de darse al principio del género humano, se manifiesta en todos los tiempos, dándose con más frecuencia, entre individuos que viven incomunicados en valles o en islas, también en ciertas familias que por espíritu de casta, como las reales, las nobles, y en nuestros días las que pertenecen a las altas finanzas, practican la endogamia, costumbre muy antigua.